Como padre o madre, siempre tienes presente la salud y seguridad de tus hijos, desde asegurar las puertas, utilizar el asiento protector y visitar al pediatra cuando están enfermos para proteger la vida de nuestros hijos. Del mismo modo, las vacunas tienen como función proteger a tus hijos de las enfermedades infecciosas que pueden afectar la salud y causarles incluso la muerte.
Las vacunas son un mecanismo para el control de muchas enfermedades infecciosas que en el pasado eran comunes. Ayudan a preparar el organismo de tu hijo para combatir enfermedades específicas.
Los gérmenes que causan estas enfermedades, y que incluso pueden causar la muerte, todavía existen (aunque pueden prevenirse mediante vacunas) y pueden ser transmitidos a aquellas personas que no están protegidas. Dichas enfermedades tienen un gran impacto económico y traen como consecuencia consultas médicas, hospitalizaciones, incapacidades y muertes prematuras. Algunas de estas enfermedades son las siguientes:
- Sarampión Común
- Sarampión Alemán- Paperas
- Polio
- Pertusis (Tos ferina)
- Difteria
- Tétanos
- Haemophilus Influenzae tipo B
- Hepatitis B
- Varicela
- Influenza
- Hepatitis A
- Gastroenteritis por Rotavirus.
Las vacunas deben iniciar al momento del nacimiento y haber terminado en su mayor parte a la edad de dos años. Al vacunar a tu hijo a tiempo (antes de los dos años) lo puedes proteger de infecciones e impedir que contagie a otros en la escuela o centros de cuido. Los niños menores de cinco años son muy susceptibles a contraer enfermedades porque sus sistemas inmunológicos no han desarrollado las defensas necesarias para luchar contra las infecciones.
Luego continuarás el itinerario de vacunación en edades subsiguientes hasta antes del niño entrar a la universidad para reforzar dosis o vacunas necesarias en edades mayores con relación a ciertas enfermedades de riesgos específicos.
La mayor preocupación de los padres está relacionada con la seguridad de las vacunas. Es importante saber que, para garantizar la seguridad y efectividad de las vacunas, estas son sometidas a extensas pruebas científicas, previo a ser aprobadas por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA). Es poco común que las vacunas produzcan una reacción seria en algún niño, pero puede suceder. Sin embargo, los riesgos de contraer una enfermedad grave por no vacunarse, son mucho mayor que el riesgo de que la vacuna produzca una reacción seria.
Sí, las vacunas pueden tener efectos secundarios, dependiendo de la vacuna: fiebre leve, erupción o dolor en el lugar de la inyección. Una ligera incomodidad es normal y no debe ser motivo de alarma. Pero, si piensas que tu hijo está experimentando una reacción persistente o seria luego de la vacuna, llama a tu médico o lleva a tu hijo al consultorio médico o sala de emergencia inmediatamente para manejar de forma efectiva la situación.
Para obtener información adicional sobre el Itinerario de Vacunas de Niños y Adolescentes 2020 puedes accesar a www.salud.gov.pr/Programas/Programa Vacunación.
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